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El Misterio de Fosteret

FredyDFredyD Anónimo s.XI
editado enero 2014 en Fantástica
Hola a todos.
Soy nuevo en esto de escribir relatos, pero, la verdad es que me gusta mucho inventar historias. Esta vez escribiré la primera parte de un relato que se me ocurrió hace unos días, espero que sea de su agrado, por favor no dudéis en comentar que tal os a parecido y tómense la molestia de explicarme alguna falla o algo que no os guste, espero que lo disfrutéis.




El hombre de la capa negra avanzaba con paso apresurado por el pequeño poblado, su rostro no se podía apreciar por la capucha que llevaba puesto, su respiración entrecortada y la cojera en su pie izquierdo delataban que había pasado por algún tipo de percance hace no mucho tiempo. Se dirigía hacia una taberna bastante atestada de gente a juzgar por el ruido en el interior, risas estridentes tanto de hombres como mujeres, el choque metálico de jarras repletas de cerveza y el crujir de huesos de algún pleito. El sujeto encapuchado empujo la vieja puerta de roble que chirrió al abrirse, mas el ruido no distrajo a los clientes quienes absortos en sus conversaciones apenas notaron la presencia del extraño, este se dirigió hacia la barra en donde se encontraba el tabernero con cara de pocos amigos y era probablemente la única persona que se había fijado en su presencia, el desconocido se sentó en un banco y apoyó los codos en la barra.

—¿Que te sirvo? —Preguntó el cantinero acercándose con desprecio—.

—Una cerveza, nada mas —Fue la respuesta del extraño—.

El tabernero volteó hacia un barril,lo destapó y vertió el liquido espumoso en una jarra de madera de aspecto desgastado, se giró hacia el extraño y asentó la bebida frente al sujeto quien se quedó inmóvil por unos instantes, parecía estar contemplando meticulosamente la bebida, no pasó mucho tiempo cuando el hombre retiró su capucha y el tabernero pudo apreciar su adusto rostro, de mirada profunda, ojos marrones, la barba bien rasurada, con una notable cicatriz en la barbilla, con una seriedad absoluta, mas su rostro inspiraba cierta tranquilidad. El hombre agarró la jarra y la vació en un santiamén, la depositó en la barra y volvió a quedarse en blanco mirando a la nada por unos minutos, en cuanto se recuperó, dirigió su vista hacia el desconfiado tabernero y con un intento de sonar amable el extraño le habló.

—Me han dicho que un poco mas al este se encuentra una montaña de gran altura.

—¿Que pregunta es esa, forastero? —El tabernero frunció el ceño— ¿Quien te ha dicho eso?

—De buena fuente he sido informado, no quieras hacerte el que no sabes —Dijo tajante el desconocido— Necesito saber que de especial hay en esa montaña.

—No necesitas saber nada, forastero —El tabernero parecía cada vez mas irritado y se irritó mas cuando vio que el extraño esbozaba una sonrisa— Los extraños no son queridos en estas tierras, no gastaré mi tiempo en tus tonterías.

—Pensaba que los taberneros eran personas ávidas para soltar noticias al primero que les preguntase —El extraño soltó una ligera risa—.

—Te has equivocado de lugar y cantinero, aquí se sirven bebidas, no chismes, eso déjaselo a las viejas —El hombre hablo en voz bastante alta pero nadie en la taberna pareció notarlo— Ahora vete y déjame en...

El tabernero no pudo completar su frase ya que se percató en un movimiento del extraño que apenas pudo percibir, solo vio que la mano se movió y desapareció debido a la extrema velocidad del movimiento, lo único que sintió fue como los dedos del forastero le rosaban la nariz. Esto no sucedió en un poco mas de una milésima de segundo, en cuanto el hombre quiso reaccionar la mano ya había vuelto a su posición actual, el tabernero comenzó a sentirse mareado, cansado y no podía pensar con claridad, la vista se le volvió borrosa, en medio de toda su confusión escuchó la voz del forastero, fuerte y clara.

—Vamos, cantinero, dime, ¿que hay en la cima de Fosteret que no quieres decir?

—No debo decirlo, nadie habla de eso —El tabernero estaba asustado, pero se percató de no hablar en voz alta por si acaso— Es un lugar peligroso, no enviaría allí ni a mis enemigos.

—No soy enemigo, tampoco amigo, y no temas por lo que pueda pasar, cantinero, ya que no me pasará nada —Intentó convencerlo el extranjero— Dímelo de una vez si quieres dormir esta noche.

—Esta bien, esta bien, mas te vale que no lo lamentes cuando veas a la muerte cerca, y mas te vale aún si es que no me curas de este extraño malestar —El cantinero percibió apenas un asentimiento de cabeza por parte del desconocido— Bien, en torno a esa montaña, giran, historias escabrosas que ningún ser de este mundo hubiera podido imaginar si es que no fueran cierto, es por eso que los habitantes de este reino nos guardamos de hablar de este tema y sobre todo con extranjeros, en esa montaña se encuentran seres abominables, hijos de las tinieblas, encerrados en esa montaña ya que alguna magia arcaica les impide abandonar el lugar. La historia dice que en la cima hay una gruta en donde mora la criatura mas terrible de todas, aquí le decimos Forferdelig el Demonio, nadie sabe que apariencia tiene, aunque los ancianos aseguran que es en parte descendencia humana, en fin nadie que ha ido ha vuelto y nadie que valla tendrá la oportunidad de llegar ni a la mitad, los peligros abundan como golondrinas en verano, es todo lo que se, ahora devuélveme la vista.

—Se paciente, en unos minutos mas, tu visión volverá, créeme —El extranjero le pasó la mano por los ojos—.

—Dime, forastero,¿quien diantre eres? —El tabernero se dio cuenta en ese momento que su vista iba mejorando y su mente se despejaba poco a poco— Debes decírmelo a cambio de mi información.

—Parece justo —El sujeto asintió— Mi nombre es Mer, soy de el reino vecino, mas al norte, se podría decir que soy un mercenario, no tengo un jefe, así que trabajo al servicio de quien me ofrezca la mejor paga, mas esta misión a Fosteret no es por trabajo, es algo, hum... mas personal, es todo.

El Extraño se levantó, depositó tres monedas en la barra, dio media vuelta y se fue dejando al tabernero con muchas dudas aun. ¿Que hacia fuera de su patria un Dalen? ya que los norteños eran muy conocidos por no abandonar su patria, ademas sentía una enorme curiosidad por el pasado de el extraño individuo, ¿un mercenario en esas tierras? los mercenarios no eran de buena fama en Hul, ademas no se le ocurría ninguna razón para que un mercenario fuera hacia Fosteret, en todo caso, tal vez nunca lo sabría.

Un caballo de negro pelaje descansaba inmóvil atado a un enfermizo y viejo árbol, su crin blanca apenas se distinguía ya que no había luna esa noche, el animal era realmente grande y majestuoso, pero a la vez aterrador, como salido de alguna historia de entes demoníacos. De pronto de la oscuridad surgió una sombra aun mas negra, parecía que la sombra cojeaba un poco del pie izquierdo, el individuo se acercó al magnifico animal y le palmeo el hocico, luego de un salto lo montó, el animal profirió un estridente relincho que le hubiera helado la sangre a cualquiera y salió galopando perdiéndose en la penumbra junto a su extraño jinete. Una inmensa sombra se distinguía al este, a kilómetros del lugar, ese era su destino,el lugar aterrador del que todos huían, Fosteret, la montaña escabrosa.



Espero que esta historia haya sido de su agrado, si no les gustó por favor díganmelo para corregir mis fallas, espero haberos dejado con la duda de lo que acontecerá después, si a alguien le pareció que he dado muy poca información acerca de los personajes o los lugares, no se preocupen, lo aclararé todo en el siguiente relato. Hasta entonces.

Comentarios

  • pepetijuelaspepetijuelas Anónimo s.XI
    editado enero 2014
    Me recuerdas a mi en mis primeros intentos de escribir algo xd. Con el tiempo irás viendo cosas de las que ahora no te das cuenta. Te daré algunos consejos que a mi me fueron de gran ayuda. Lo primero es que leas lo que has escrito después de dejarlo reposar un tiempo, encontradas errores que no se suelen ver cuando uno está enfrascado en la historia. Lo segundo, atento a no repetir palabras en la misma frase. Lo tercero, huye, al menos al principio,de las frases largas ya que densifican eel texto y lo hacen mas pesado de leer. Respecto a este ultimo consejo veras que en algunos momentos quedan bien, es como intentar hacer una salsa si queda demasiado liquida sera como una sopa insulsa y si queda demasiado densa costara tragársela, hay que encontrar el punto. Intenta no usar frases que tengan mas de 15 palabras entre signos de puntuación.

    Respecto a la trama te diré que has construido bien el misterio, engancha si, pero de la misma manera que otras 99999999 novelas fantásticas. Un tipo extraño y súper guay en una posada donde los extranjeros no son bien recibidos buscando algo en un lugar al que nadie se atreve a ir. Hay muchas historias así y estoy seguro que alguna que tu hayas leído contiene una escena aunque sea parecida. Los cliches pueden ayudarnos en ciertos momentos pero debemos intentar evitarlos para dotar a la obra de originalidad y personalidad. Ánimo y sigue escribiendo y sobre todo leyendo.
  • FredyDFredyD Anónimo s.XI
    editado enero 2014
    pepetijuelas escribió : »
    Me recuerdas a mi en mis primeros intentos de escribir algo xd. Con el tiempo irás viendo cosas de las que ahora no te das cuenta. Te daré algunos consejos que a mi me fueron de gran ayuda. Lo primero es que leas lo que has escrito después de dejarlo reposar un tiempo, encontradas errores que no se suelen ver cuando uno está enfrascado en la historia. Lo segundo, atento a no repetir palabras en la misma frase. Lo tercero, huye, al menos al principio,de las frases largas ya que densifican eel texto y lo hacen mas pesado de leer. Respecto a este ultimo consejo veras que en algunos momentos quedan bien, es como intentar hacer una salsa si queda demasiado liquida sera como una sopa insulsa y si queda demasiado densa costara tragársela, hay que encontrar el punto. Intenta no usar frases que tengan mas de 15 palabras entre signos de puntuación.

    Respecto a la trama te diré que has construido bien el misterio, engancha si, pero de la misma manera que otras 99999999 novelas fantásticas. Un tipo extraño y súper guay en una posada donde los extranjeros no son bien recibidos buscando algo en un lugar al que nadie se atreve a ir. Hay muchas historias así y estoy seguro que alguna que tu hayas leído contiene una escena aunque sea parecida. Los cliches pueden ayudarnos en ciertos momentos pero debemos intentar evitarlos para dotar a la obra de originalidad y personalidad. Ánimo y sigue escribiendo y sobre todo leyendo.


    Te lo agradezco muchísimo. Tus consejos me han ayudado bastante, y si, la verdad no me he tomado el tiempo suficiente para dejar reposar la historia, creo que me apresuré en enviarla y no tomé en cuenta los detalles. Sin embargo gracias de verdad. Espero que leas el próximo capitulo, ojalá lo encuentres más original e interesante.
    Saludos.
  • RasthianRasthian Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado enero 2014
    Buenas.

    Reconozco que he leído tu historia porque empieza parecida a la mía, en una posada. Me ha echado para atrás la cantidad de errores que tiene, que comparto la opinión con el compañero anterior que necesitas leer tu texto dándole un tiempo después. Los diálogos, para mi, no están bien construidos. No me parecen reales, no me los creo en ningún momento. Una historia que se fundamenta en la conversación de dos personas y que no sea creíble, no me convence en absoluto.

    Creo, sinceramente, que deberías haber trabajado más el texto, pero tiene arreglo, dedicándole más tiempo.

    Un saludo.
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