Mientras el autobús iba en camino a la ciudad, contemplé el paisaje por la ventanilla y me di cuenta que era el mismo que había observado medio año antes: las mismas casas, los mismos árboles... El mismo camino pero dos rumbos diferentes... Antes iba en busca de alegría, diversión, libertad; esta vez en cambio buscaba explicaciones y respuestas a preguntas que ni yo misma sabía formular.
Es increíble cómo puede cambiar el mundo de las personas en tan poco tiempo... A veces las cosas suceden tan rápido que uno no se da cuenta, y cuando ya ha pasado y no puedes volver atrás, uno se pregunta: «¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿Por qué?» sucedió todo. Pero hay preguntas que no tienen respuesta...