Quemame en mis sueños,
oh puto amo mio,
señor de mis deseos,
y guardían de mi fiebres
mas prohibidas,
mas oscuras,
mas bestiales,
pero mias, al fin y al cabo.
Oh señor de señores,
hazme tuya hoy,
en estos segundos que arden
junto al calor de mi cuerpo,
deseosa de tus besos, tu sangre,
y tu alma maldita,
y mátame por siempre,
por favor,
en el infierno de tu olvido.
Mi templo ya ha mandatado,
ser la esclava del placer oculto,
deseos y miedos me devastan,
entre mis piernas separadas,
hambrientas de ti,
y tu espada curva de moro,
la cual pude espiar
hechizada,
aterrada,
y humeda...
Quien fuera el agua que te baña,
una vez cumplido la mision mas sublime
de acoplarte a los velos de mi hermana
hermosa, sagrada, cual sirena,
y que no merece tener a una perra
de pariente,
como yo,
que prepara el vil brebaje mágico,
con el cual mi Dios ha prometido liberarme,
por fin,
y para siempre,
en una unica pero magistral vez,
eterna,
hasta el fin de mi vida...
callándome.
Comentarios
Gracias por lo de sublime, aunque se que esta algo fome...
Besitos,
Noe.
Un saludo.
Noelita, aparte de que le sobran comas y le faltan tildes. Qué bien te lo montas. Aquí hay pasión, deseo, morbo del bueno. Si dejo de fijarme en tu fotografía y vuelvo al texto... Yo te pediría más. Saludos.
beso.