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Las desventuras de un cocainómano de corazón noble

Pepe FusilePepe Fusile Anónimo s.XI
editado abril 2013 en Prosa Poética
Eran las 2am cuando llegué a Oaxaca
Eché una cagada en la central
Y después,
Comencé a buscar algún hostal.
Hostería de Alcalá tenía buena oferta
150 la noche y desayunos de regalo.
Tardó mucho en abrir la puerta
Pero me recibió de buena gana.
Días después renté un estudio
Y abandoné la hostería.
Dentro de la casa de una mujer anciana
Cuyas fotografías testificaban su antigua hermosura.
Seguro estoy queputeó con políticos
En el pasado.
Sin trabajo ni ambiciones reales
Daba largos paseos y me sentaba durante horas
En los parques e iglesias.
5 tlayudas por 7 pesos
Más 15 pesos por meterles nopales, huevo e hígado.
Solo desayunaba
Para tener dinero con qué beber por las noches.
Venía huyendo de otro lugar
Donde el falso profeta intentó exterminarme:
Funcionará con lobos la plata
Pero es inútil contra hienas.

Un día en mi habitual desperdiciar la vida
Se acercó a mí un hombre con traje
Y un folder bajo el brazo.
Parecía retrasado.
Pero bueno, en aquellos tiempos yo no tenía buen aspecto
Tampoco.
Se decía ser antiguo diputado del PRI
Y me ofreció un empleo.
Sedesol, Programa Oportunidades
Ir a ciertos domicilios y entregar apoyo económico
Ocho horas de lunes a viernes
Diez mil pesos de paga al mes.
Al instante me imaginé saliéndome
Del diminuto estudio y rentando
Un departamento para mí solo.
Una moto.
5 comidas al día
Los mejores clubs
Fines de semana en puerto escondido, Huatulco
Y zipolite.
Oasis en el desierto de un espíritu con hambre de todo.
Acepté.

Me citó al día siguiente en el mercado de abastos.
“ Pero llévate ropa presentable “
Me dijo.
Aparecí lo más presentable que pude
Y se mostró satisfecho.
Tomamos un taxi colectivo
Que nos llevó a un enorme recinto
La cámara de diputados del estado de Oaxaca.
Saludaba a todo mundo y lo del empleo
Comenzó a tornarse cada vez más real.
Me presentó con varios diputados que me miraban.
Firmé los papeles en una oficina,
Había conseguido el empleo.
“Ahora eres parte del equipo debemos festejar”
Me dijo el que parecía retrasado.
Llegamos a un bar
Cinco diputados y yo: el hambriento.
Varias rondas de cervezas, risas y monedas en la rockola
Después una mano sobre mi pierna
Y unos ojos clavados en mis ojos
Después una risilla boba.
Me levanté y fui al excusado
Cuando regresé todos me miraron.
Me habló el retrasado al oído.
“Dice él que te da cinco mil si pasan juntos la noche”
No me vienen los vatos, gracias.
Respondí .
Estaba acostumbrado al acoso de homosexuales
Así que no le di mucha importancia
Y seguí bebiendo.
“Bueno, te hablaremos de tu trabajo”
Inquirió uno de los presentes.
“ Para cada persona de la lista te darán mil pesos
De los cuales les entregaras quinientos
Trescientos me los das a mí
Y doscientos para ti “
¿Pero por qué no les dan su dinero completo?
Se me ocurrió preguntar.
“ No se lo merecen. Son solo zánganos y son ignorantes
No te preocupes “
Pude sentir la ira en mi ser subiendo como espuma
De cerveza apunto de derramarse.
No podía hacerles daño, pues tenían mis documentos.
Pero en un arrebato vino a mi garganta la canción
¡A las barricadas!
¡A las barricadas!
Ahí estaba yo, parado al centro del jodido lugar
Entonando canciones anarquistas
En medio de un público totalmente burócrata e
Institucionalizado.
Siendo sincero la escena me pareció de muy buen gusto
Pero a ellos no.
Puesto que se pusieron de pie y salieron del bar
Llevándose con ellos mi nuevo empleo
Que para ese momento ya ni me interesaba
Por que mi abuela tantas veces dijo:
Hay que ser puerco
Pero no trompudo.[/B]
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