No dejaré de luchar por la paz, lucharé por ella hasta el
final como lo hizo Jesús, no importa que pierda muchas
batallas, pues creo que al sembrar semillas de unión y de
cordialidad algún día la humanidad podrá lograrla.
Hecocu
EL CRISTO DE COLOMBIA
Por Héctor José Corredor Cuervo
Con rostro de dolor ensangrentado
y corona de espinas en la frente
estás en el Madero ajusticiado
ante los ojos de tanto dirigente.
A tus pies transita el pueblo angustiado
que siente la frialdad del indolente
pidiendo libertad del secuestrado
cautivo por el torvo delincuente.
A tu lado está el poder del Estado
con la puerta cerrada al penitente
y signos de apatía irreverente,
sin importar la suerte del soldado
que muere por la paz como creyente
sufriendo el disparate del demente.
Abril 9 de 2004. Poema inspirado en la ceremonia religiosa realizada el Viernes Santo en la Catedral de Bogotá para pedir por la paz de Colombia.