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Outsider: En busca de un nuevo futuro. Capitulo 1: El hundimiento del mundo.

pachinespachines Anónimo s.XI
editado noviembre 2012 en Ciencia Ficción
La mosca quedó atrapada en la telaraña… si algo tenía grabado a fuego en la mente, era esa maldita frase. Me recordaba a aquellas alarmas de los despertadores de última generación, esas que no se apagan hasta que realmente te has levantado, te has lavado la cara y dejaban de martillearte la cabeza si te habías molestado en hacer ese ritual mañanero. Entonces, solo entonces, se apagaban; En esos casos deseaba que se fuera a tomar viento la tecnología.



Aquella frase se convirtió en nuestro himno, en una llave que junto al símbolo de la organización abriría tarde o temprano las puertas de la ciudad y eso, solo lo sabíamos un limitado grupo de personas. Me convenía seguir las reglas, las pocas que me imponían y ser un chico bueno, así todos saldríamos ganando ¿Verdad? Ya sabéis, tú no muerdes la mano que te da de comer y ella no te arranca los ojos de sus cuencas para dárselo a las gallinas de aperitivo. Os contaré un poco como se torcieron las cosas…
Londres solía ser una ciudad que resplandecía por sí misma, sus calles estaban llenas de vida y la multitud se arremolinaba sobre ellas como abejas en flor. ¡Había de todo! Desde mercados, tiendas, espectáculos en vivo, pirotecnia, titiriteros… Cualquier cosa que buscases, lo tenías en sus distritos. Pero hoy en día ni Londres, ni Paris, ni tan siquiera Dubái son así… desde que llego aquel puto fármaco que hizo más daño que beneficio…
Nada volvería a ser igual. El mundo cambió, se volvió oscuro y tenebroso. La luz jamás brillaría de nuevo en él, o al menos, eso creíamos algunos. Una nueva raza se abrió camino entre las oscuras calles de las colonias de Londres; Bram Stoker se quedó muy corto en sus relatos de terror. Estábamos en 2052, en pleno siglo 21, ¡en la era de la tecnología y la ciencia! Fue entonces cuando se descubrió el Ámbar y con él, algo que se creía una leyenda emergió de entre las sombras; los vampiros.
No te chupaban la sangre para poder sobrevivir, no, era algo mucho peor… te absorbían la vida misma. En realidad si que te dejaban las típicas marcas de colmillos, pero en vez de hacerlo en el cuello aparecían en la nuca. Me explico, un vampiro no es un ser demoniaco con poderes sobrenaturales que necesita succionarte la sangre para poder sobrevivir, era algo mucho peor; un drogadicto que se consume a sí mismo hasta no dejar rastro de rasgo alguno de humanidad y entonces, pasa ha convertirse en un cascarón sin alma. Eso era, es y será un vampiro.



Algunos creían que ingiriendo parte de nuestro cerebro se lograba un aumento de la duración del Ámbar. Nunca quise comprobarlo.
Lo vampiros son personas que han sucumbido a la necesidad de consumir el Ámbar, cuando pasa un cierto tiempo te conviertes en drogodependiente y ellos, no pueden sobrevivir sin su droga. Muchos simplemente la toman para seguir jugando a ser dioses. Todo narcótico tiene un lado oscuro, un lado que conlleva a una serie de consecuencias, un lado que podría matarte. El Ámbar es la peor droga que ha caminado por la faz de la tierra, no solo te hace sentir joven e invulnerable, sino que también te devora; Cuanto más te chutabas mejor te sentías y más insaciable era tu sed de seguir adelante y volvías a consumir. Un circulo vicioso que solo termina con la muerte.


Recuerdo ver un artículo en el holoperiódico que me dejó bastante sorprendido, casi boquiabierto. En él, estaba la hermosa reportera Melissa Andrew del Daily Telegraph hablándonos sobre una noticia que llegó esa misma mañana a la redacción; su voz sexi, delicada pero firme a la vez decía:



Hoy es un día trágico para algunos, en el momento en el que la famosa droga <El Ámbar> se extendió desde las lúgubres calles de las colonias hasta los distritos más asegurados de London Shines empezó a cobrarse vidas por doquier. Algunos incluso la llaman “la mano de la parca”. Esta mañana ha llegado a la redacción una lamentable noticia, Melissa Phamswork se ha suicidado desde un decimoquinto piso. La pobre madre de familia padecía una drogodependencia con el Ámbar, sus allegados sentían no poder hacer nada por ella. Estaba bajos los efectos de la droga y quiso saltar desde su planta para poder “volar” y ser libre.
The New Pharmacy es la culpable de este y muchos otros crímenes que ha conllevado el desarrollo de su fármaco o debería decir… ¿Narcótico? La empresa farmacéutica no se hace responsable de ninguno de esos crímenes y no aporta ninguna ayuda para las familias y personas afectadas…


El artículo seguía contando la penosa muerte de esa mujer y acababa así:



En resumidas cuentas señores ¿A dónde vamos a llegar con empresas que no se hacen responsables con sus actos? Reflexionen.
Desde las oficinas del Daily Telegraph, se despide Melissa Andrew.




¿A dónde vamos a llegar con empresas que no se hacen responsables con sus actos? –Buena pregunta- Pensé en aquel entonces.


El caso era que con el Ámbar te sentías invencible, pero también te consumía, y por supuesto con cada dosis te acercabas cada vez más a saludar a la muerte. Fue The New Pharmacy la empresa que comercializó el puto fármaco que cambió cada instante en la historia que vendría en este santo mundo, cada recoveco de él mismo se vio afectado. ¿Cómo imaginar algo así? Como pudo un fármaco que se supone que debía ayudar a las personas con problemas mentales pasó ha convertirse en la droga mas solicitada y peligrosa del mundo. Si lo hubiésemos pensado antes de su comercialización… aun pensándolo hoy en día, parece algo incoherente…
Ha raíz de todo aquello el mundo se convirtió en una pesadilla, una película de las que acaban mal, muy mal. En realidad ya estaba podrido antes, pero eso fue la gota que colmo un vaso lleno corrupción.


La gran mayoría de la población pensó que si los vampiros habían llegado gracias al Ámbar, se irían con este, pero lamentablemente se equivocaron. Un par de años después, las cosas se calmaron un poco y Smith Technology S.A empezó a comercializar el Ámbar y muchas de las ratas comenzaron a consumir de nuevo. Otros en cambio, no podían costearse la semejante suma de dinero que pretendían que se pagase por el fármaco, así que los crímenes se empezaron a dar de nuevo en todas partes del mundo, había revueltas, asesinatos y robos allá donde mirases. Incrementaron de tal manera que nuevas organizaciones, hermandades e incluso sectas relacionadas con el Ámbar nacieron e intentaron apoderarse de las calles de las macro-ciudades, pero el gobierno no se había molestado en quedarse absorto siendo un mero observador, se puso manos a la obra y poco tiempo después surgió una unidad especializada en cazar, retener, doblegar y eliminar vampiros. Nacieron los SUAV, la unidad de campo más aterradora y despiadada que el gobierno británico jamás haya consentido su existencia. Llegó hasta tal punto su intervención que en poco tiempo tanto los vampiros como los cascarones fueron expulsados o erradicados de London Shines, los suertudos que pudieron escapar del exterminio se ocultaron en las colonias londinenses. Poco a poco fueron subiendo escalones en la sociedad, no parecían tan erradicados después de todo.


Actualmente solo los apoderados pueden costearse la F-12229416 -El Ámbar -, así que lo que una vez fue una sociedad falsamente intermedia se convirtió en ricos, pobres y esclavos. Los ricos como es natural viven en los Eagle Building en London Shines -Los edificios más importantes de la ciudad, situados en la zona acaudalada de Londres- . Cada macro-ciudad tiene sus edificios representativos y suele dividirse en distritos o sub-ciudades. En ellos se realiza todo tipo de actividades; desde oficinas, departamentos de I+D+I+I -Investigación, desarrollo, innovación e implementación- zonas de ocio, etc. En las partes superiores viven la gente de bien, conforme vas bajando plantas las personas tiene cada vez menos nivel de adquisición hasta llegar al final, donde residen los que tienen poca pasta… bendita ironía. Esos con “poca pasta” poseen tanto dinero que podrían comprar las colonias sin pestañear. Básicamente los de arriba son los ricos, extremadamente ricos y los de abajo son los ricos, muy ricos. Mucha de esa gente no suele hacer su vida fuera de los edificios ¿Para qué? No hay necesidad de ver la penumbra que habita en los bajos fondos o en las sub-ciudades de Londres.



En mi trabajo se ocultan unos cuantos vampiros, pero a mi no me supone un gran problema ya que sin ellos, serian mucho más aburridas las cosas.
Pertenezco a una organización en la que puedes terminar de cualquier forma, si no acabas enganchado a la coca, a las putas o al Ámbar, acabas disfrutando con lo que haces y eso en algunas ocasiones, es inhumano, hasta de enfermos. El subidón de adrenalina que te imbuye es adictivo y poco a poco vas empezando a querer más y más, dejas de poder vivir sin la sensación de necesidad y comienzas a recaer y al final… se convierte en otra droga más a la que engancharse. He de reconocer que no soy ningún ángel pero tampoco soy como la gran mayoría de mis compañeros.
Hasta hace poco formaba parte de una organización criminal secreta llamada Code Red. En ella todo eran ventajas...

CONTINUARÁ...

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