Unos versos dedicados a todas esas profes ricas...
Como no adorarla en mis tiempos de adolescente,
en esos años de juveniles lucuras,
cuando todo lo prohibido se volvía diversión,
y mis ansias buscaban su dulzura.
Y torpemente le declaré mis tormentos,
de verla y no poder conmigo tenerla,
de lo correcto y las diferencias de edad,
solo en mis sueños podía poseerla.
Ahora le agradesco sus palabras y guía,
su atención, delicadeza y ternura,
supo entenderme en aquellos tiempos locos,
cuando la pasión cegaba mi cordura.
De todas formas seguía contemplando sus piernas,
su caminar, su escote,esa sonrisa...
la femeneidad misma frente a la clase,
todo eso y más, sosteniendo aquella tiza.
Hoy quisiera devolver el tiempo,
y volver a recorrer esos años de estudiante,
con una profe como ud. la vida es mas dulce,
y el empalago ardoroso para quien sea su amante.
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