Ardo en fuego quemándome quemada
excediendo lo máximo sentido,
impúdicos placeres ya vividos,
con nueva intensidad jamás soñada.
Soy columna, mas columna arqueada,
vibrante ante el placer desconocido
que explota en mi interior cual estampido
y me araña con fruición inusitada.
Más que pasión, es regodeo, es goce,
es egoísta, único e inquieto.
Deleite es en su estadio más puro.
Ni dos, ni tres, ya creo que voy por doce
¡Cuánto gemido! ¡Oh Dios que gran aprieto!
Desenfreno servido sin apuro.
Dedicado a mi amiga Amparo, porque se lo merece, porque sin ella este foro no sería lo mismo.
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Comentarios
Un frenético soneto, Alejandro. Te llegaron los calores del verano y su desenfreno.No solo me ha gustado, sino que admiro a quienes como tú --y Jenofonte-- componéis sonetos con tanta facilidad.
Un afectuoso saludo( con freno )
Tú eres capaz de eso y más...;)
Me gusta que te guste.
El soneto es un muy buen ejercicio para todos aquellos que aspiramos a hacer poesía. Sus estrictas reglas, en cuanto a métrica se refiere, te opbligan a una gimnasia mental que es un gran entrenamiento.
En cuanto a los calores, y los desenfrenos; amiga sinrima, un servidor está desenfrenado en primavera, verano, otoño e invierno. Y el desenfreno, como el soneto, también es una gran gimnasia, en este caso física, que sin duda recomiendo.