De: Eric N. Palmieri (Espíritu del Viento
Como inicio de esta poesía
os diré que merece llamarse elegía,
mi triste canto, que canto antes de cometer herejía,
por una promesa, si es necesario moriré por mi utopía.
Renuncié a un tanto, mientras el otro me abandonaba,
perdí lo que tenía, aunque nada yo merecía,
trato de gritar, pero mi ahogo me consume,
asumiré mis penas, por la culpa que tuve.
Llegue a tenerme solo a mí mismo,
pero mi propio ser me dejó en soledad
he quedado y quedo en estar solo, aunque en mí no confío,
¡Más debí confiar en los demás!
Tacho mi libreta y grito, pero mi ahogo me mata,
lucho contra él, pero no puedo,
me caigo al suelo, agonizante, pero medito en silencio.
“Venga, arriba, esta guerra no está perdida,
tu soledad y dolor, si luchas por mejor, serán efímeras,
¡Venga, arriba, que la moral no escasea cuanto tu armadura brilla!”
Y es entonces como desde dentro ahora me levanto,
para abismarme al dolor, no me importa cuanto,
para remediar mis obras, para seguir luchando,
para cumplir mi utopía, ahora bien lo estoy logrando
Comentarios
La estrofa final es la que mejor me parece:
"Y es entonces como desde dentro ahora me levanto,
para abismarme al dolor, no me importa cuanto,
para remediar mis obras, para seguir luchando,
para cumplir mi utopía, ahora bien lo estoy logrando".
Un soplo de optimismo.
Saludos.
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Es verdad, debo corregir eso. Sigo y seguiré intentando corregirlo. Te agradezco la corrección. Muchisimas gracias, Sinrima.