¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Incompleto

Daniela PazDaniela Paz Anónimo s.XI
editado septiembre 2010 en Taller de Prosa
Bueno me gustarian que leyeran esto que he estado escribiendo ya ase un tiempo ... no esta terminado pero me gustaria algunas opiniones para continuar
se los dejo c:

________________________________________________________

Sentía como el frío entumía mis pies y de a poco todo mi cuerpo.
No me importaba, necesitaba estar sola un segundo, estaba donde quería estar sin importar nada mas… necesitaba pensar.
Sentada en una tranquila banca que se refugiaba en la sombra de un hermoso árbol en el centro de la plaza, las hojas caían lentamente a mi lado de una manera casi relajante pero que no podía apreciar, estaba ahogada en mis pensamientos, estaba ahogada en ti.
¿Por qué?
Odio como te vistes
Odio tu largo cabello
Odio tus feas zapatillas
Pero no soporto tu ausencia
Dios… que estupidez, pero me hace sentir bien. Un segundo, una mirada, una sonrisa me basta para cambiar mi día.

Camine incesantemente sin apartar mi mirada del suelo, no se exactamente cuanto recorrí, solo se que me basto un segundo para levantar la cabeza y verte ahí, sentado al otro lado de la calle con la vista perdida en el cielo, en las nubes, si… literalmente en las nubes…
Me tome un par de minutos intentando imaginar lo que por tu mente pasaba antes de decidirme a cruzar la calle, de todos modos no había otra manera de llegar a casa.
Me arme de valor y avance, ahora mi paso se hacia lento e inseguro, me daba pánico levantar la mirada y encontrarme con tus ojos. Aun así no pude evitarlo, fue como si regresaras de tus sueños, volviste la mirada directamente a mis ojos y soltaste una leve sonrisa casi infantil que me dejo sin aliento... no la respondí y estúpidamente seguí caminando.
Ahora mi paso era mas acelerado, solo quería salir de ahí, me sentía estupida aunque yo sabia perfectamente cual seria mi reacción.
Seguí a paso apresurado y sin mirar atrás hasta que sentí que algo me quemaba en mi brazo derecho y en menos de medio segundo quede frente a ti, sentía que mis latidos hacían vibrar cada vidrio de los edificios, pero me equivocaba solo era un gran camión que circulaba justo en ese momento por la calle principal y su ruido prolongo esa incomoda pero no menos agradable situación de tenerte frente a frente.
Tus ojos se clavaron en los míos y dijiste algo que no pude entender, estaba totalmente aturdida.
Esperaste unos segundos y cuando percataste mi incomprensión dijiste
- ¿no me saludas? – Esta vez si lo entendí perfectamente pero aun así no sabia que responder, solo atine a decir – ¿Hola?- Intente soltar una sonrisa relajada pero fue un intento mas que fallido.
-¿te puedo acompañar?- Me preguntaste tranquilamente con un seguridad que siempre admire de ti.
-Claro – respondí de manera casi instantánea y al rato íbamos caminando juntos por aquel callejón que se creaba entre esos dos grandes edificios… juntos.
Ahora era un paso relajado, sereno, no había prisa.
¿Por qué debía haberla?
Caminamos en silencio por unos minutos, no se cuantos realmente, lo ultimo que me importaba en este momento era el tiempo, ojala no existiera.
-
Solo una cosa pudo desviar nuestra atención por un segundo.
- Al girar en la esquina se apareció frente a nosotros ese hermoso árbol grande y fuerte. Tenia sus hojas anaranjadas con una mezcla de un pálido amarillo, desde su ancho tronco se desprendían grandes raíces que hacían de este árbol algo espectacular para mí...

Nos detuvimos casi inconcientemente frente a aquel panorama esplendido y nos quedamos observándolo con admiración.
Como algo tan natural y mágico puede sobrevivir entre medio de tanto gris y amargura, me sentía bien estando ahí, ya no había nervios ni tampoco incomodidad ante tu presencia, sino que ahora todo era calma y armonía como si aquel escenario nos hipnotizara por completo y nos sumergiera en tanta tranquilidad que ya nada de lo que estaba alrededor existiera.
Nada… solo ese hermoso árbol, tu y yo.

Desde ese entonces dejo de ser un lugar banal para nosotros, desde ese entonces seria mi lugar favorito donde ya nada importaba, donde podía refugiarme y huir de el mundo por un par de horas, donde cada vez que me disponía a ir estabas tu esperándome sentado con tu habitual tranquilidad.

Tantos recuerdos y sensaciones que hacen que la nostalgia sea algo totalmente cotidiano para mí, cada vez que guardo silencio y en mi cabeza giran tantos buenos momentos.
Tantos recuerdos y todos igual de importantes, solo por el hecho de que estabas ahí era algo perfectamente simple.

Odio como caminas
Odio tus aros
Odio algunas de tus actitudes
Pero…
¿Pero que importa?

¿Realmente esos detalles me importan?
No creo… No lo se.
Es difícil de decir pero tan fácil de sentir que termina creando una angustiosa confusión y me hace girar en círculos.



Luego de ese primer encuentro pasaron días para que volviéramos a dirigirnos la palabra… la razón aun me la cuestiono.
Todas las tardes iba a aquel lugar especial para mí y me sentía en mi espacio en donde nadie mas podía entrar, era un lugar mágico.
Me gustaba escribir o fumar un cigarrillo. Estaba protegida por la agradable sombra que brindaba aquel árbol y era algo realmente satisfactorio.
La gente no circulaba mucho por aquella vieja plaza, la gente prefería ir de compras o al cine según sus preferencias. A mí en cambio me gustaba estar sola un momento.

Todo era normal, un par de horas o mas cada tarde y luego de vuelta a la realidad.
Claro que eso cambio aquella tarde del miércoles.
Como cada día a esa hora me dispuse a ir a mi pequeña sub realidad. Cruce un par de calles y cuando estaba ya a unos metros de la plaza pude verte… ¿Cuánto tiempo abra pasado? ¿Dos semanas o quizás un mes? No lo se… pero estabas ahí nuevamente… Claro había un cambio, tu cabello era mas corto, solo un detalle pero me gustan esas pequeñeces.
Camine tranquilamente aun así no podía esconder mi nerviosismo al intentar mirarte así que decidí mantener la mirada baja hasta encontrarme contigo.
Parecía como si no te percatabas de mi presencia, solo jugueteabas con los trébol que crecen en el pasto.
Créeme intente leer tu rostro pero se me era imposible. Siempre pensé que tenia una cierta facilidad para ver las expresiones de las personas pero contigo era una odisea.


.............

Comentarios

  • WoodedWooded Garcilaso de la Vega XVI
    editado septiembre 2010
    .




    .
    es extraño esto
    como interactivo

    erro.le en los links.(?)
    .





    .
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    editado septiembre 2010
    ¿Por qué va cada frase en una linea diferente? ¿Es alguna técnica o es una costumbre?
  • RegísimaRegísima Fernando de Rojas s.XV
    editado septiembre 2010
    Para ver si preguntabas.
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com