¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

El mentirologo II parte.

DetritusDetritus Gonzalo de Berceo s.XIII
editado octubre 2010 en Erótica
El mentirólogo se concentró al máximo y luego de resolver en su mente traspasó simplemente la idea al Word y la imprimió. Luego le entregó el documento a la afligida muchacha. Esta lo leyó en voz alta:
-[FONT=&quot] [/FONT]Primer paso: debe exigirle que la haga “mujer” en casa de la familia de él. Segundo paso: debe mantener una actitud natural en el encuentro íntimo, ojalá tan natural como el día en que efectivamente la hicieron mujer. Tercero: mantenga la mirada ingenua en todo momento; sus ojos verdes ayudaran mucho en ese sentido, manténgase admirada de todo paso nuevo en su relación. Cuarto paso: oponga cualquier resistencia en la zona de convergencia para dificultar la consumación. Quinto paso: déjese desflorar en medio de gritos y quejas. Se sugiere enterrarle las uñas en la espalda y empujarlo hacia atrás para complicarle su maniobra. Grite de tal modo que algún testigo la escuche fuera del dormitorio. Sexto paso: una vez terminada la entrega amorosa, pasarle el vaso con somnífero (previamente preparado) para que lo beba. Séptimo paso: esparcir en la zona clave la sangre propia que previamente guardó al pedir una muestra en algún laboratorio. Octavo paso: duérmase o ríase ante la felicidad que le espera. Noveno paso: Deje que los sicilianos muestren su sabana a diestra y siniestra y Décimo paso: déjese embarazar inmediatamente para borrar toda evidencia del pasado-a medida que avanzaba la lectura la dama se iba distendiendo y, una vez que terminó de leer, sonrió como una niña mimada, saltando de alegría.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Le agradó mi producto?
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Es usted un ángel!-y después de compensarlo con un cheque, salió corriendo a la tienda de novios.
Una vez que la muchacha sale de la tienda cargando un hermoso vestido albo como la nieve; sale corriendo la dueña de la tienda y encaró a boca de jarro a nuestro mentirólogo.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Usted y yo debemos hacer negocios!
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Qué! ¿usted también dejó de ser doncella?
-[FONT=&quot] [/FONT]No me haga reír, señor, por favor, que de casarme lo haría de rojo.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿En que puedo servirle?
-[FONT=&quot] [/FONT]Verá, mi principal producto es el traje blanco, es el que deja más dividendos y hay muchas niñas que optan a regañadientes por otros colores porque no encuentran la posibilidad de merecer el blanco.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Ah, ahora entiendo! Usted me las manda celestes como el agua caribeña y yo se las devuelvo blancas y radiantes como una azucena. ¿verdad?
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Que grato es hacer negocios con usted!- y parándose le ofrece la mano para sellar el convenio.
-[FONT=&quot] [/FONT]Trato hecho.- le dice a la dueña de la Casa de la Novia, pensando en abrir un horario especial para ese tipo de clientela.
-[FONT=&quot] [/FONT]Mañana firmemos el convenio- le dice la señora y retorna feliz a su tienda.

- ¡W 17!- llama Mirandiña detrás del mesón.
Nadie contesta, sin embargo, Mirandiña vio que subía una libreta de comunicaciones con un lápiz mina al mesón. No se podía ver al cliente, pero asomó una manita con el número W17. Mirandiña le ofrece un pedestal para que sobre él alcance la altura del mesón. Entonces aparece un niño de no más de cinco años pidiendo:
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Quelo una conicunación!
-[FONT=&quot] [/FONT]Ja, ja, una comunicación ¿para qué?
-[FONT=&quot] [/FONT]No quelo ir colejo, quelo ver Chavo ocho.
Mirandiña se reía a escondidas pero por ética profesional lo atendió como si fuese un adulto. Antes le preguntó en donde estaba la mamá y el niño respondió que ella estaba en el gimnasio toda la tarde y su padre no llegaba antes de las diez de la noche. El mentirologo toma la libreta de comunicaciones del niño y escribe un justificativo.
-[FONT=&quot] [/FONT]Ya muchachín.
-[FONT=&quot] [/FONT]No me llamo muchuchin, me llamo Caurdio.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Mucho gusto, Claudio!
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Lea!-le pidió estirándole la libreta. Mirandiña leyó.
-[FONT=&quot] [/FONT]Estimada profesora....
-[FONT=&quot] [/FONT]No es profusora, es tía...- A lo que Mirandiña cambió el término.
-[FONT=&quot] [/FONT]Estimada tía. Ruego disculpar a mi hijo por haber faltado ayer a clases porque se sentía aquejado de mucha fiebre y vómitos. Atentamente a usted Laura Mendoza y la firma plagiada.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Ya!-dijo el rapaz y salió corriendo, pero volvió desde la vereda para entregar a Mirandiña un papel de cuaderno del porte de un billete con un número cuatro.- tome la pata, gacias. Y se fue definitivamente.

Ha surgido el negocio.
Un auto último modelo frena estrepitosamente frente a la tienda y baja una dama en notorio estado de urgencia a pedir número. Pero, al verla, Mirandiña con las disculpas del caso a las demás personas que esperaban, la hizo pasar de inmediato. Les pide a sus dependientes que sigan con los casos tipo “A” para lo cual deja firmados veinte cupones. Mientras la dama se calma se ven en la sala de espera un par de senadores, un ministro de transporte, una de educación, al ex gerente general de ferrocarriles del estado, a Pinilla el futbolista, un candidato a alcalde etc. etc.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Pase usted, señorita o señora?- le consulta al verla con guantes.
-[FONT=&quot] [/FONT]Señora.
-[FONT=&quot] [/FONT]Por aquí, por favor.
Entraron al gabinete y se sentaron ante un escritorio.
-[FONT=&quot] [/FONT]Dígame señora, cual es su problema.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿No tendría un paño para secarme un poco?
-[FONT=&quot] [/FONT]Por supuesto. Dígame, soy todo suyo.
-[FONT=&quot] [/FONT]Hace quince minutos, más menos, que mi marido me sorprendió in fragante con un amante a la salida de un motel, me miró fijamente y puso segunda al auto y salió como un bólido. ¡Ayúdeme, que lo amo por sobre todas las cosas del mundo!
-[FONT=&quot] [/FONT]Pero usted está transpirada. ¿Gusta darse una ducha?- Ella aceptó gustosa. Se demoró muy poco porque estaba muy ansiosa por saber que ese desliz podía tener solución.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Listo!
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Se siente bien, ahora?
-[FONT=&quot] [/FONT]Excelente, si se refiere a la limpieza....
-[FONT=&quot] [/FONT]Estábamos en que su marido la sorprendió in fragante....
-[FONT=&quot] [/FONT]Besándome con mi amante.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Mein Got!
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Podría usted especificar un poco más al respecto?
-[FONT=&quot] [/FONT]No hay remedio, eso no se puede cambiar, para mas remate un foco de luz nos caía de lleno encima sin poder ocultar ningún detalle. Estábamos en vitrina, así que no existe posibilidad de confusión de parte de mi marido.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Podría graficarme la posición exacta en que la....?
-[FONT=&quot] [/FONT]Tendría que ayudarme, señor Mirandiña.
-[FONT=&quot] [/FONT]Estoy a su servicio.
-[FONT=&quot] [/FONT]Venga entonces y pongámonos ahí al medio.

Comentarios

  • eanueanu Banned
    editado octubre 2010
    Me siguen gustando los diálogos, no sé, me resultan naturales y divertidos.

    Crítica profesional:

    "Ha surgido el negocio".

    Con esa frase pareces indicar que el tiempo transcurre y todo crece. De pronto el mesón, negocio, emporio o lo que sea tiene dependientes, sala de espera, gabinete con ducha. Pero me da la impresión de que es todo demasiado atropellado.
  • eanueanu Banned
    editado octubre 2010
    La frase en el fondo no dice nada nuevo. Llevas hablando del negocio desde el principio.
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com